Así suena el nuevo SRT Viper y sus diez cilindros en las primeras pruebas

El nuevo SRT Viper es el superdeportivo americano que llevábamos mucho tiempo esperando. El heredero de la estirpe Viper ve en su tercera generación una máquina más usable en el día a día, con un interior más lujoso y menos ruda, pero con el mismo carácter. Aunque ahora ya tiene control de estabilidad es 100% desconectable y sigue reteniendo la caja de cambios manual como única opción. Bajo el capó sigue teniendo el motor 8.4 V10 de dos válvulas por cilindros y 640 CV de potencia.

Una bestia atmosférica con un par motor que algunos V8 turbo quisieran tener. Entre las novedades del SRT Viper GTS está su marca, ya no se fabrica bajo el paraguas de Dodge, sino bajo SRT, el brazo prestacional y deportivo del Grupo Chrysler. Otra novedad importante es que la carrocería del Viper ya no es de fibra de vidrio, es una mezcla de fibra de carbono y aluminio con lo que se logra un ahorro de varios kilos, que siempre es de agradecer – y poco habitual – en un cambio generacional.

Los probadores de Car&Driver USA recalcan que la calidad de rodadura ha mejorado considerablemente, que el interior está a un nivel mucho más alto que sus predecesores. Las calidades del interior también están lejos de la rudeza y los plásticos duros del coche que se vendía hasta hace poco más de un año. Sin embargo, no puedo evitar pensar que el coche se ha aburguesado, aunque su conducción siga estando al mismo o a un nivel superior.

El anterior Viper no era un coche pensado con la comodidad en mente, ni siquiera tenía control de estabilidad, era una máquina agresiva, ruidosa, incómoda e incluso los escape te podian quemar si no tenías cuidado al bajarte del coche. Aún está por ver si está a la altura de lo que se espera de un Viper, la prueba a la que ha sido sometido ha sido muy corta y realmente moderada. Tendremos que esperar a verlo danzar, quemar rueda y hacer las cosas que se le supone a una “víbora”.