El preparador Mansory le añade un poco de pimienta, por primera vez, a un Maserati y ese no podía ser otro que el Maserati GranTurismo y el Maserati GranTurismo S, dos coches que todavía no habían pasado por el taller del preparador bávaro para sus particulares preparaciones. Es posible que un coche tan señorial no acepte de buena gana la deportividad a la que se ve sometido por Mansory, pero peores cosas les hemos visto hacer, sinceramente. Un uso extensivo de fibra de carbono se encarga de la reducción de pesos, con nuevas partes en este material como el capó, el paragolpes delantero o el difusor trasero.
La potencia la pone una nueva ECU, que aumenta la potencia del Maserati GranTurismo hasta los 435 CV y hasta los 470 CV en el Maserati GranTurismo S. La suspensión progresiva rebaja su centro de gravedad en 30 mm se acompaña con mejoras técnicas en los escapes y sistema de admisión.
Las llantas, de 20 y 21 pulgadas respectivamente, son las primeras hechas exclusivamente para un Maserati GranTurismo fuera de la propia Maserati. A elección del cliente, se pueden pintar en el color de la carrocería.
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