
No aporta mucho valor extra a cualquier Jeep Wrangler que se venda a partir de esa fecha, puesto que las únicas diferencias son la carrocería completamente en negro, las pegatinas de Black Ops en los laterales y los neumáticos de 32 pulgadas de serie.
Por lo demás, sigue siendo exactamente igual, con las mismas motorizaciones y el nuevo interior presentado en el pasado Salón de París aunque añade un punto de personalización al coche. No es nada, pero eso de unir al Jeep Wrangler otra vez con algo que tenga que ver con el ambiente militar es un aliciente para muchos. Su abuelito ya sirvió en la SGM y algo de eso le debe quedar en los genes.
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