Aunque exteriormente podría condunfirse con una unidad corriente del modelo, lo cierto es que la carrocería ha recibido un severo engordamiento para ofrecer la máxima protección posible a sus ocupantes. Así, el vehículo pesa ahora 3.550 kg, cerca de una tonelada más de lo que pesan las versiones convencionales. Esto permite soportar una carga explosiva equivalente a 15 kg de TNT.
Para mover semejante peso, Land Rover ha optado por instalar el motor 5.0 V8 atmosférico de 385 CV del Range Rover, ya que el Discovery sólo se ofrece con motores diésel. También han sido retocadas las suspensiones, se han instalado neumáticos runflat y los frenos se han sobredimensionado. Los bajos llevan protección especial para soportar la explosión simultánea de dos granadas.
Aunque de serie ya ofrece suficiente protección para salir de situaciones complicadas, la lista de elementos opcionales es muy larga. Así, se ofrece un paquete que incluye varias armas, una batería auxiliar, un sistema de escape imbloqueable (no explican cómo funciona), luneta delantera abatible, lunas tintadas, sistema automático de extinción de incendios en el vano motor…
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