Graf Weckerle ha dispuesto un Aston Martin V8 Vantage Volante de ensueño para los amantes del arte barroca, del champán más rimbombante y del color blanco. Junto a esta elegante modelo se presenta un homenaje a la famosa bebida burbujeante con sus tres colores por bandera: el blanco, el dorado y el verde. La efigie del Vantage Volante cambia por completo con el color de la pureza que está aderezado por los elegantes símbolos de Graf Weckerle en dorado, que en este caso quiere decir en oro, sobre una delgada y fina línea en verde. Esta elegancia cromática queda resaltada por las llantas de aleación realizadas por los creadores del Blanc de Blancs de forma artesanal.
Miden 21” de diámetro pero el tamaño es lo menos, lo que importa es su diseño barroco para ensalzar la imagen representativa de Graf Weckerle. Están fabricadas a mano en titanio y aluminio y cuentan con tantos componentes esenciales que tardan alrededor de 20 días de trabajo en fabricarlas.
Del titanio y el aluminio llegamos de nuevo al oro de 24 quilates que está presente en varios elementos del habitáculo. Todo está forrado de una suave piel de terciopelo en color blanco con líneas verdes y el trébol insigne bordado de una forma muy sutil. La sensación general que da este coche, al menos por las imágenes, es la de un conjunto armonioso.
Quizás con el peso de la joyería incrustada, y pretendo ser irónico con esto, sus creadores habrán pensado que un aumento de caballaje le vendría bien. Salido de fábrica el V8 Vantage entrega unos 426 CV a las ruedas traseras pero para esta ocasión el motor de 4.7 litros de cilindrada ofrece 470 CV. Posiblemente ahora sea capaz de viajar a 300 Km/h.
No sé si quiero hacer cuentas para saber lo que costará pero hay cosas que es mejor dejar así. Este coche es toda una oda a la elegancia y estoy seguro de que los amantes de buen gusto se interesarán por él.
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